El índice Nikkei 225 de Japón alcanzó un máximo histórico de 38,924.88, superando el récord anterior de 1989, impulsado por la fortaleza en las ganancias corporativas y medidas favorables a los inversores. Los índices Nikkei y Topix destacaron en la región de Asia Pacífico, registrando un aumento de más del 10% en lo que va del año 2024, tras un incremento de más del 25% en 2023, marcando su mejor ganancia anual en al menos una década.
Récord del Nikkei y Desempeño de los Mercados
El jueves, el índice japonés Nikkei 225 logró un hito al alcanzar su máximo histórico, superando la marca previa establecida hace más de tres décadas. La sólida rentabilidad empresarial y las iniciativas para mejorar los retornos de los inversores han sido los principales catalizadores de un potente repunte en las acciones japonesas durante el presente año.
Tanto el Nikkei como el Topix, de índole más amplia, se han convertido en los índices con mejor rendimiento en la zona Asia Pacífico, con un crecimiento que supera el 10% desde enero, tras experimentar en 2023 un aumento superior al 25%, lo que representa sus mejores resultados anuales en más de diez años.
Perspectivas Económicas y Estrategias de Inversión
Debido a los resultados corporativos del tercer trimestre de «Japan Inc.», los estrategas de Bank of America han revisado al alza sus pronósticos para finales de 2024 para el Nikkei 225, elevando la estimación a 41,000 desde 38,500. De manera similar, elevaron sus previsiones para el Topix a 2,850 desde 2,715.
Este optimismo se ve apoyado por el debilitamiento del yen, que ha perdido cerca del 6% frente al dólar este año, acercándose a los mínimos de 33 años alcanzados a finales del año pasado. El rendimiento de las acciones se ha fortalecido en el contexto de una moneda japonesa más débil, con el yen cotizando en 150.40 frente al dólar, influenciado en gran medida por la divergencia entre las altas tasas de interés en EE. UU. y la política ultraexpansiva de Japón.
Inversiones y Reformas en Japón
Los inversores han incrementado su apuesta por las acciones japonesas, siguiendo el ejemplo de Warren Buffet, quien ha expresado una visión alcista sobre Japón. Además, han acogido con beneplácito los esfuerzos del gobierno japonés por avanzar en reformas de gobernanza corporativa, que buscan obligar a las empresas a aumentar los retornos para los accionistas. Datos de la Bolsa de Tokio muestran que los extranjeros invirtieron más de 2 billones de yenes en las ofertas «prime» de la bolsa, correspondientes a sus acciones más grandes y líquidas, solo en enero.
Los analistas de Goldman Sachs señalaron que las ganancias trimestrales de las empresas japonesas para el período de octubre a diciembre aumentaron un 45% con respecto al año anterior y son un 14% superiores a las estimaciones de consenso.
Impacto en la Economía y la Política Monetaria
Aunque la debilidad crónica del yen ha beneficiado a algunos exportadores de Japón, también ha reducido el poder adquisitivo de los consumidores en el país. No obstante, el Banco de Japón ha mantenido el último régimen de tasas de interés negativas del mundo, a pesar de que la «inflación núcleo» -que excluye los precios de los alimentos y la energía- ha superado su objetivo del 2% durante más de un año.
Se espera que el Banco de Japón se aleje de su régimen de tasas negativas en su reunión de política de abril, una vez que las negociaciones salariales de primavera confirmen una tendencia de aumentos salariales significativos. El banco central sostiene que los incrementos salariales se traducirían en un espiral más significativo, fomentando el consumo. No obstante, las altas tasas de inflación prolongadas han afectado el consumo doméstico, una razón clave por la cual el PIB de Japón se contrajo por segundo trimestre consecutivo, y el país perdió su lugar como la tercera economía más grande del mundo frente a Alemania.