La compañía aeroespacial Boeing ha acordado pagar una multa de $51 millones por violaciones al Arms Export Control Act, relacionadas con la descarga indebida de datos sensibles de tecnología militar por parte de empleados en China y otros países. La sanción impuesta por el Departamento de Estado de EE.UU. refleja un total de 199 infracciones, muchas de las cuales fueron autodenunciadas por la empresa y ocurrieron antes del año 2020.
Detalles de la Violación y Acuerdo de Penalización
Boeing enfrenta la sanción después de que se descubriera que tres de sus empleados en China realizaron 25 descargas de datos sensibles entre 2013 y 2017, información relacionada con diferentes modelos de aviones de combate, un sistema de control y alerta aéreo, un helicóptero de ataque y dos tipos de misiles aire-tierra. Adicionalmente, se reportaron otras 80 descargas no autorizadas en 18 países que incluyen Australia, Canadá, Francia, Alemania y el Reino Unido, entre otros.
Respuesta del Departamento de Estado
El Departamento de Estado ha identificado 199 violaciones de la ley de control de exportaciones de armamento por parte de Boeing. La entidad reguladora ha tomado en cuenta factores atenuantes, como las autodenuncias de la compañía y las mejoras realizadas en su programa de cumplimiento desde 2020, para determinar la cuantía de la multa. De los $51 millones impuestos, $24 millones serán suspendidos siempre y cuando se inviertan en fortalecer aún más el programa de cumplimiento de la empresa, que también quedará bajo la supervisión de un oficial de cumplimiento especial durante al menos dos años.
Impacto en la Reputación y Operaciones de Boeing
Boeing como Contratista de Defensa
La compañía, reconocida tanto por su producción de aviones comerciales como por ser un importante contratista de defensa, generó ingresos de $24.9 mil millones en el sector de defensa el año pasado, en comparación con $33.9 mil millones de sus ventas de aviones comerciales.
Investigaciones y Compromisos Actuales
Este acuerdo es el más reciente revés para la reputación de Boeing, que se encuentra bajo múltiples investigaciones. Estas incluyen un incidente de enero donde una parte de un avión 737 Max se desprendió durante un vuelo, provocando un orificio en la estructura de la aeronave. Además, la Administración Federal de Aviación (FAA) exige que Boeing presente un plan para mejorar sus controles de calidad en la manufactura de aeronaves y el Departamento de Justicia investiga si el incidente constituye una violación de un acuerdo previo con la FAA. Aunque aún no se ha determinado la culpabilidad en el incidente del vuelo de Alaska Air, el CEO de Boeing, Dave Calhoun, reconoció ante los inversores que la empresa fue responsable del problema.