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    El Persistente Misterio del Efectivo en la Era Digital

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    A pesar de que la era digital ha reducido significativamente el uso de efectivo en favor de las tarjetas de crédito y débito, el gobierno de Estados Unidos continúa imprimiendo dinero físico. Datos de la Reserva Federal revelan que en 2022 había aproximadamente 18.5 mil millones de billetes de $100 en circulación. Este fenómeno persiste incluso cuando estudios recientes muestran que solo el 18% de las transacciones en el país se realizaron en efectivo, lo que marca una disminución desde el inicio de la pandemia. Un aspecto relevante para la continua impresión de billetes es la necesidad de reemplazar el dinero físico que se destruye durante el procesamiento normal.

    Preferencias de Pago y la Persistencia del Efectivo

    Un estudio de la Reserva Federal de 2023 demostró que la tarjeta de crédito es el método de pago preferido por los consumidores estadounidenses, representando el 31% de todos los pagos. Las tarjetas de débito le siguen con un 29%, mientras que el efectivo ocupa el tercer lugar siendo utilizado en el 18% de todas las transacciones. Desde 2019, cuando el efectivo representaba el 26% de los pagos, ha habido un declive constante, impactado en parte por un aumento en las compras en línea debido a la pandemia.

    El Incremento en la Circulación de Billetes

    A pesar de la disminución en el uso del efectivo para pagos, la cantidad de billetes en circulación ha aumentado desde 2002. Datos de la Reserva Federal muestran que, a finales de 2022, había 54.1 mil millones de notas en circulación, comparado con los 22.9 mil millones en 2002. Incluso denominaciones menos comunes, como el billete de $2, han visto un incremento en su circulación.

    La Importancia del Efectivo para Ciertos Consumidores

    Christopher Bechler, profesor asistente de marketing en la Universidad de Notre Dame Mendoza College of Business, explicó a Business Insider que el efectivo sigue siendo crucial para «ciertos segmentos de consumidores». Estos incluyen a personas con acceso limitado a servicios bancarios que dependen de servicios financieros alternativos como giros postales no bancarios o préstamos de día de pago. Además, el efectivo es a menudo preferido para compras pequeñas o para productos «difíciles de justificar», como artículos innecesarios o impulsivos.

    «Este patrón es más fuerte para los consumidores que siguen de cerca sus gastos con tarjeta y ocurre porque los consumidores no quieren ver registros de sus gastos injustificables», mencionó Bechler.

    Reemplazo de Billetes Deteriorados

    La demanda del consumidor y las tendencias en los métodos de pago no son las únicas razones para continuar la impresión de moneda. La Reserva Federal en un comunicado de prensa de noviembre señaló que la necesidad de reemplazar notas no aptas destruidas durante el procesamiento normal fue el «principal impulsor» de la orden de impresión de moneda para el año fiscal 2024.

    El Debate Sobre la Producción de Altas Denominaciones

    Algunos expertos argumentan que la Fed debería disminuir la producción de billetes de alta denominación, como el billete de $100, que según datos de la Reserva Federal, es la denominación más grande en circulación. Kenneth Rogoff, profesor de economía en la Universidad de Harvard, mencionó en un correo electrónico a Business Insider que su investigación ha demostrado que los billetes de grandes denominaciones a menudo se utilizan en actividades ilícitas.

    «Responder a la demanda de billetes de cien dólares es ser sabio en lo pequeño y tonto en lo grande», escribió Rogoff, «dado su rol en facilitar la evasión fiscal y el crimen a pesar de que aproximadamente la mitad de ese uso está ocurriendo internacionalmente».

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