En un entorno laboral en constante evolución, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta cada vez más utilizada. Johnny C. Taylor Jr., presidente y CEO de la Society for Human Resource Management y autor del libro «Reset: A Leader’s Guide to Work in an Age of Upheaval», responde a la pregunta de si es necesario informar al jefe sobre el uso personal de herramientas de IA generativa como ChatGPT en el trabajo. Taylor destaca la importancia de la comunicación clara, la seguridad de los datos, la verificación de la información, el uso ético de la IA y la disposición para recibir retroalimentación sobre su aplicación.
Comunicación con la Dirección
Taylor enfatiza la necesidad de mantener una comunicación abierta con los superiores sobre el uso de herramientas de IA. En ausencia de una política de IA formal en el lugar de trabajo, es crucial que los empleados informen a sus jefes sobre cómo están implementando estas tecnologías en sus tareas diarias.
Seguridad de Datos y Verificación de Información
Es importante discutir con anticipación la cuestión de la seguridad de los datos y asegurarse de no ingresar información propietaria o confidencial en herramientas como ChatGPT. Taylor recomienda desactivar el historial de chat, si se solicita, para mantener la seguridad de los datos. Además, subraya la importancia de verificar la información proporcionada por la IA para garantizar su precisión y evitar la difusión de desinformación.
Dependencia de la IA y Consideraciones Éticas
El potencial de desarrollar una dependencia excesiva de la IA es otra preocupación a abordar. Los empleados deben utilizar estas herramientas como un punto de partida y agregar su toque personal al contenido generado, rechazando una mentalidad de copiar y pegar. Taylor también insta a los trabajadores a considerar las implicaciones éticas del uso de la IA, asegurando que las decisiones tomadas estén alineadas con los principios éticos de la empresa.
Búsqueda de Retroalimentación
Buscar retroalimentación sobre el uso de la IA y preguntar si hay tareas específicas donde se pueda aplicar esta tecnología muestra una actitud proactiva. Este enfoque demuestra una disposición para colaborar y alinear el uso de la IA con los objetivos de la empresa.
La inteligencia artificial debe servir como un complemento que eleve la inteligencia y capacidad humanas, no como un reemplazo. Al abordar estas consideraciones y tener una conversación abierta con el jefe, se asegura la transparencia en el trabajo y se contribuye al diálogo continuo sobre el uso de la IA en el lugar de trabajo, pudiendo incluso influir en la creación de una futura política de IA que se ajuste a las necesidades y valores de la compañía.